La Hermandad en las celebraciones de la Semana Santa.
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La Hermandad del Santo Sepulcro, junto con el resto delas hermandades radicadas en la Parroquia de Ntra. Sra. deMonte-Sión, acompañan elpaso de Jesús Nazareno en el Via Crucis.
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El toque de la corneta anuncia el reinicio de la procesión después de la lectura de cada estación del Via Crucis.
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Un hermano lee la estación correspondiente del Via Crucis en el altar preparado al efecto.
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Los estandartes con las “Siete Palabras de Jesucristo en la Cruz” en la Parroquia del Buen Consejo antes del inicio de la procesión.
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La Crucifixión, llevada por los miembros de las hermandades del Santo Sepulcro y Jesús Nazareno,preside la procesión acompañada por una numerosa feligresía.
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En siete lugares previamente establecidos se leen las últimas palabras de Jesucristo acompañadas por una reflexión sobre las mismas que realiza el párroco de Ntra. Sra. del Buen Consejo.
En las celebraciones de la Semana Santa en las que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo se armonizan dos tipos de cultos. Unos, eminentemente litúrgicos, que tienen lugar dentro de las iglesias o de los templos parroquiales; y otros, los desfiles procesionales que, caracterizados por un sentido de austeridad o piedad religiosa, como una exhibición o explosión de la fe cristiana, se desarrollan por las calles de la población.
Las hermandades con sus procesiones configuran la manifestación más genuina de esta religiosidad que se expresa de una forma tan viva. A su vez está apoyada en una tradición cristiana que se remonta en algunos casos a varios siglos de antigüedad.
Estos desfiles procesionales que desarrollan las hermandades, aunque mantienen ciertas tradiciones en sus formas, también presentan continuas modificaciones o adaptaciones con el paso del tiempo, bien por sugerencia de las autoridades eclesiásticas o bien por propia iniciativa de las mismas hermandades. De igual modo, en algunas ocasiones, las hermandades crean modelos procesionales exclusivos que se adaptan al “paso” objeto de veneración; por lo que se singularizan respecto de otras hermandades.
En la década de los cuarenta del siglo pasado se fueron perfilando los distintos modelos procesionales y actos que conforman la Semana Santa torrentina. Algunos de ellos, con el tiempo, han desaparecido, otros en cambio, han arraigado y se muestran en la actualidad con toda su plenitud.
En los primeros años de la posguerra las celebraciones de la Semana Santa en las que participaban de todas las hermandades, se limitaban a la procesión del Domingo de Ramos, al encuentro, de Jesús con su Madre Dolorosa, el Viernes Santo; al Encuentro Glorioso, el Domingo de Resurrección; y a la procesión del Santo Entierro.
Dentro de las iglesias de la población se desarrollaban otras solemnidades. En la mañana del Jueves Santo tenía lugar la misa mayor de comunión general para el cumplimiento pascual que, si en un principio se celebraba en la parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. y en la iglesia de Ntra. Sra. de Monte-Sión, posteriormente se amplió a las nuevas parroquias de San José y San Luis Bertrán. A la conclusión de la Eucaristía se establecía, en estas iglesias y otros oratorios públicos, una guardia de honor de las diferentes hermandades delante del monumento a Jesús Sacramentado.
Sin ser muy precisos, pues había variaciones algunos años, las hermandades de la Flagelación del Señor y Cristo de la Buena Muerte hacían esta guardia en la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra; las hermandades del Santo Sepulcro, Oración del Huerto y Virgen de los Dolores en la iglesia de Ntra. Sra. de Monte-Sión; las hermandades del Ecce-Homo, Descendimiento de la Cruz y Santa Faz en la Parroquia de San Luis Bertrán; la hermandad de la Santa Cena en la Parroquia de San José; y las hermandades de Jesús Nazareno y Vera Cruz en el Oratorio de Ntra. Sra. del Buen Consejo.
Por la tarde, reunidos los miembros de cada hermandad en el domicilio de su respectivo hermano mayor, se iniciaba un recorrido por todas las iglesias, para visitar los referidos monumentos. Este desfile de las hermandades desaparece a partir del año 1956 cuando la misa “in Cena Domini”, propia de este día, pase a celebrarse por la tarde. Sin embargo, la guardia de honor de los miembros de las hermandades ante Jesús Sacramentado seguirá cumplimentándose hasta el año 1969.
Una nueva configuración de la Semana Santa torrentina surge a partir de la realización de los pasos de las hermandades, según su motivo devocional. Consecuencia de ello será el establecimiento de los traslados procesionales en los diferentes días de la semana. El primero de estos traslados es el de la Virgen de los Dolores que efectúa la hermandad en el año 1945 en la noche del Jueves Santo. Después de la bendición de los pasos de Jesús Nazareno y de la Flagelación del Señor en el año 1946, ambas hermandades comienzan hacer sus traslados procesionales. En el año 1947 la Hermandad de la Flagelación del Señor lo realiza en la noche del Lunes Santo, desde el domicilio de su consiliario, don Miguel Portolés, en la plaza Maestro Giner hasta Ntra. Sra. de Monte-Sión. Por su parte, la Hermandad de Jesús Nazareno y San Simón Cirineo lo efectuará en la noche del Martes Santo, desde el Convento de Ntra. Sra. de Monte-Sión hasta el templo parroquial de la Asunción de Ntra. Sra. El Domingo de Ramos de este mismo año 1947 la Hermandad de la Santa Faz bendice su paso y fija su traslado procesional para la noche del Miércoles Santo. Unos años después, en 1957, la Hermandad del Ecce-Homo bendice su paso y establece su traslado en la noche del Martes Santo; mientras que el paso de la Santa Cena, ben-decido en el año 1958, hará su traslado procesional el Lunes Santo.
Estos traslados procesionales que inicial-mente realiza cada hermandad con su respectivo paso, progresivamente va ampliándose con la participación de otras hermandades que hacen de acompañantes. La Herman dad del Santo Sepulcro, desde el establecimiento del traslado del paso de la Santa Cena en el año 1958, acompañará a esta hermandad invariablemente todos los años hasta 1996. Desde el año 1958 hasta 1964 lo hace de una forma exclusiva. Los años siguientes junto con las hermandades de la Oración del Huerto, Vera Cruz, Ecce-Homo y Descendimiento de la Cruz, entre otras.
A partir del año 1996, en la noche del Lunes Santo, las hermandades radicadas en la Parroquia de Ntra. Sra. de Monte-Sión: Prendimiento de Jesús, Oración del Huerto, Jesús Nazareno, Santo Sepulcro y Virgen de los Dolores, acompañadas por la feligresía de la misma, realizan un Via Crucis por las calles de la demarcación parroquial. Las hermandades procesionan el paso de Jesús Nazareno y, a lo largo del recorrido, algunos de sus miembros leen las diferentes estaciones del Via Crucis al pasar por las casas en las que previamente se ha situado un crucifijo y cuyos dueños han adornado convenientemente la fachada.
Más reciente es la participación de la Hermandad del Santo Sepulcro en los tras-lados procesionales que se realizan el Martes Santo. En el año 1988 comenzará a procesionar en el traslado que la Hermandad del Ecce-Homo efectúa desde el domicilio de su hermano mayor hasta la Parroquia de Ntra. Sra. de Monte-Sión. Después, a partir del año 1993, desde la Parroquia de San Luis Bertrán. En este tras-lado se unirá a las hermandades de la Santa Cena, Oración del Huerto, Santa Faz, Divino Costado de Cristo, etc., que ya hacían este acompañamiento.
Organizado conjuntamente por las Hermandades del Santo Sepulcro y Jesús Nazareno, a partir de las celebraciones de la Semana Santa del año 2000, en la noche del Martes Santo, tiene lugar por las calles de la demarcación parroquial de la iglesia de Ntra. Sra. del Buen Consejo, con el acompañamiento de la feligresía de dicha parroquia, la “Procesión de las Siete Palabras de Cristo”. La ceremonia se inicia dentro del templo parroquial con la presencia de los miembros de las dos hermandades y los siete estandartes que recogen las últimas palabras de Jesucristo en la cruz. A continuación, ya en el exterior, tiene lugar el desfile procesional presidido por una crucifixión que es portada por dos miembros de cada hermandad. A lo largo del recorrido, la procesión se detiene en siete lugares previamente establecidos donde, acompañado del estandarte que recoge las palabras de Jesucristo, el sacerdote lee el texto evangélico y hace una reflexión sobre el mismo.
A partir de las celebraciones de la Semana Santa de 1971 la Hermandad de la Santa Faz instituye el Encuentro de la Verónica con Jesús Nazareno de la Santa Faz en la noche del Miércoles Santo. En la Parroquia de la Sagrada Familia se congregan las hermandades de la Santa Faz, de la Santa Cena, del Santo Sepulcro y de la Vera Cruz; mientras que en la Parroquia de San Luis Bertrán, para acompañar a la Verónica, las hermandades de la Flagelación del Señor, Ecce-Homo, Jesús Naza-reno y Ntra. Sra. de los Dolores. El encuentro tiene lugar en la hoy Avda. del País Valencià esquina con la calle Ejército Español. A partir del año siguiente, en el periodo comprendido entre 1972 y 1986, ambos pasos saldrán de la Parroquia de San Luis Bertrán, con diferentes horarios, acompañados por las antedichas hermandades para efectuar el encuentro en la plaza Obispo Benlloch.
Aunque este lugar de la plaza Obispo Benlloch ha permanecido invariable a lo largo de los años para realizar el encuentro, no ha sido así el lugar de salida de los pasos. Desde el año 1987 hasta el año 1995 el paso de Jesús Nazareno de la Santa Faz hace su salida desde la calle Benemérita Guardia Civil. Durante el periodo 1996-1998 ambos pasos vuelven a salir nueva-mente desde la Parroquia de San Luis Bertrán; mientras que a partir del año 1999 el paso de la Verónica efectuará su salida desde la sede social de la Hermandad de la Santa Faz en la calle Picassent. Las hermandades que han acompañado a ambos pasos, en el transcurso de los años, también han ido variando tanto en su número como en el orden en que lo han efectuado; no obstante, la Hermandad del Santo Sepulcro siempre ha estado presente en este Encuentro de la Verónica.
La participación de la Hermandad del Santo Sepulcro en la noche del Jueves Santo ha estado unida al traslado procesional de la Virgen de los Dolores que efectúa su hermandad desde la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. hasta la Parroquia de Ntra. Sra. de Monte-Sión. A este traslado, que inicia la Hermandad de la Virgen de los Dolores en el año 1945, se incorpora la Hermandad del Santo Sepulcro en las celebraciones de la Semana Santa de 1961. Este acompañamiento lo hace de una manera exclusiva entre los años 1961 y 1965; y junto con la Hermandad de la Flagelación del Señor desde el año 1966 hasta 1982.
En las celebraciones de la Semana Santa de 1983 la Hermandad del Santo Sepulcro cuenta con todas las imágenes que conforman el nuevo paso del Santo Entierro por lo que establece un nuevo traslado procesional en la noche del Jueves Santo, que efectúa después de la procesión de la Virgen de los Dolores. Entre los años 1983 y 1989 lo hace con el acompañamiento de la Hermandad del Ecce-Homo. En el año 1990 se incorpora al mismo la Hermandad del Divino Costado de Cristo. Después de una reestructuración en los horarios de las procesiones en la noche del Jueves Santo, a partir del año 1997 el traslado procesional se desarrollará antes del de la Virgen de los Dolores y con el acompañamiento de las hermandades de las Negaciones de Pedro, de Jesús de Medinaceli y del Divino Costado de Cristo.